2.7. Los nuevos espacios inmersivos
Como veremos en el apartado 3.1. «Introducción: espacio, abstracción, inmersión», «el territorio de la instalación audiovisual busca la emancipación de los marcos cuadrados de las pantallas convencionales integrando el espacio arquitectónico como parte de la obra».
A partir de la idea de la emancipación de los marcos cuadrados podemos entender el fenómeno de los espacios inmersivos, que analizaremos brevemente en este apartado.
En los últimos años, han comenzado a proliferar exposiciones temporales y centros de artes digitales dedicados a la exhibición artística mediante la experiencia inmersiva con elementos tecnológicos. Espacios inmersivos, centros de arte digital o la tipología del museo del siglo xxi son espacios expositivos que utilizan la proyección en la arquitectura de paredes planas para integrar al espectador en un espacio de video inmersivo como parte de la obra de arte. En este caso son los márgenes cuadrados de los muros proyectados en continuidad los que rompen con el cuadro de las pantallas convencionales para crear un espacio en el que el espectador se ve envuelto e inmerso en la proyección de vídeo. Paredes, suelo e incluso techo son proyectados de tal manera que el espectador tiene una sensación de continuidad entre toda la superficie física de la sala, reforzando así la experiencia inmersiva.
En París, encontramos uno de estos espacios inmersivos, llamado Atelier des Lumières, donde desde el 2018 ofrecen experiencias inmersivas con exposiciones como «Gustav Klimt and Hundertwasser» o «Paul Klee Painting Music».
Artechouse dispone de espacios inmersivos en distintas ciudades de EE. UU., como Washington D. C., Miami o Nueva York. Según describen en su web, Artechouse:
«amplía las posibilidades del arte y la forma en que lo experimentamos a través de exposiciones y experiencias de vanguardia impulsadas por la tecnología. Conectamos ideas progresistas, artistas y público para estimular la innovación y la creatividad en la intersección del arte, la ciencia y la tecnología».
(Artechouse, artechouse.com/mission/)
En España, existen dos centros pioneros: Ideal Barcelona y MAD Madrid Artes Digitales. En ellos podemos encontrar distintos tipos de espacios dedicados a las instalaciones audiovisuales y experimentar distintas tecnologías aplicadas a la creación visual.
Según Jordi Massó, responsable técnico de Ideal Barcelona:
«Ideal Barcelona es un centro de arte digital enfocado en las experiencias inmersivas e interactivas. Su modelo de negocio se basa en las exposiciones inmersivas de producción propia sobre la vida y obra de artistas mundialmente conocidos, como Frida Kahlo o Salvador Dalí.»
Aparte de la actividad que lleva a cabo como espacio de exhibición abierto al público, Ideal Barcelona actúa como centro de arte digital con producciones propias de contenidos y obras de arte digital inmersivo. También colabora con centros educativos, como BAU, y festivales de arte digital, como el MIRA y el Sónar; y ofrece su infraestructura técnica para la investigación y el desarrollo de nuevos formatos por medio de residencias artísticas. En Ideal Barcelona podemos encontrar, además, una instalación interactiva colaborativa o una experiencia de realidad virtual multiusuario.
Massó comenta, a este respecto, que:
«además, también produce eventos musicales, teatrales y otros tipos de espectáculos inmersivos enfocados en el arte digital… Por una parte, este tipo de centros, en su formato más mainstream, son una buena forma de acercar el arte y su historia al público general que no tiene por costumbre visitar museos. Al mismo tiempo, es necesario que estos centros tengan en sus equipos a personal creativo para explorar e investigar nuevos lenguajes audiovisuales mediante el uso de sus infraestructuras técnicas, que, por su alto coste, son de difícil acceso».
Madrid Artes Digitales es un espacio tecnológico que cuenta con 46 videoproyectores distribuidos por sus distintas salas, entre las cuales podemos visitar una sala de vídeo inmersiva de 1.200 m2, en la que paredes y suelo envuelven al espectador en la proyección; una sala de realidad virtual con 48 cascos de VR; una sala con una experiencia interactiva multiusuario de realidad mixta y realidad aumentada, y una instalación que aplica algoritmos de IA.
En este tipo de espacios podemos experimentar la aplicación de las últimas tecnologías de proyección y de creación visual –multiproyección y video inmersivo, realidad virtual, realidad mixta y aumentada, interacción hombre-obra artística, sonido inmersivo y mapping– en el contexto de un espacio expositivo dedicado a la exhibición de obras pictóricas o a la retrospectiva de distintos artistas. En palabras de Massó:
«como centro de arte digital, la tecnología tiene un gran peso en la estructura de Ideal, ya que de ella depende el funcionamiento del centro. En lo referente a la proyección inmersiva, una de las innovaciones y un punto diferencial respecto a otros centros de este tipo es el uso del sistema de vídeo Smode juntamente con Notch, que permiten la creación de contenidos en tiempo real. Además, permiten trabajar con interactividad, que es otro de los elementos que siempre se tienen presentes al desarrollar experiencias museísticas. También estamos empezando a trabajar con inteligencia artificial y algoritmos de texto a imagen. Finalmente, para la exposición de Dalí se ha dado un paso más en la tecnología de VR, desarrollando un sistema free roam que permite a los usuarios moverse libremente por el espacio e interactuar unos con otros».
Podríamos resumir que los nuevos espacios inmersivos o centros de arte digital utilizan la última tecnología aplicada al campo de los espacios expositivos en busca de experiencias innovadoras donde el usuario pueda relacionarse de manera sensorial a través de la inmersión o interacción con la propia obra artística.
En referencia al formato de video inmersivo, Massó nos comenta:
«creo que es un formato con un gran potencial, ya que, desde mi punto de vista, cuando el contenido de vídeo se trata técnicamente como es debido, ofrece unos resultados similares a la realidad virtual, pero sin necesidad de usar gafas VR, haciendo que la experiencia sea colectiva y compartida».